Un SSD M.2 de 128 GB es un dispositivo de almacenamiento que se conecta a la placa base mediante un conector M.2. Este tipo de SSD ofrece una gran velocidad de transferencia de datos gracias al protocolo NVMe que utiliza la interfaz PCI Express. Un SSD M.2 de 128 GB es ideal para instalar el sistema operativo y las aplicaciones más usadas, ya que reduce el tiempo de arranque y carga. Además, al ser más pequeño y ligero que los SSD tradicionales, ocupa menos espacio y consume menos energÃa.